El arte de tatuar empieza mucho antes de lo que las personas creen. Los Egipcios ya conocían y practicaban la técnica del tatuaje hace mas 3000 años. Se sabe que ya que desde la XI dinastía egipcia se practicaba el arte del tatuaje. Uno de las más famosas momias tatuadas Amunet, una sacerdotisa de la diosa Hathor, en Tebas.
Se le observaron varios líneas y puntos tatuadas sobre su cuerpo. En la Momia de Asecond también se encontraron estos mismos modelos, pero además tenía punteada su región púbica más baja. Las evidencias hasta la fecha sugieren que en el antiguo Egipcio este arte fue restringido a las sacerdotisas.
El tatuaje fue introducido en la sociedad occidental por los expedicionarios ingleses dirigidos por el Capitán Cook en su vuelta de Tahiti en 1771. Esto explica la natural asociación que ha prevalecido hasta nuestros días entre los tatuajes y los marineros. A modo de anécdota contaremos que Don Juan de Borbón (Padre del actual Rey de España) llevaba su antebrazo derecho tatuado, un recuerdo de su estancia en la marina Inglesa. Y que miembros de la realeza británica volvieron tatuados de sus expediciones por los Mares del Sur.
Los tatuajes permanecieron en letargo hasta que resurgieron con los hippies en los años 60 y 70, estos adoptaron el tatuaje y lo elevaron a la categoría de arte, abandonando los motivos marineros y realizándose grandes diseños muy coloristas, acorde con la época. Esto hizo salir el tatuaje de los puertos y empezó una primera popularización del tatuaje.
Desde ese entonces la gente de a poco fue incluyendo a nuestra vida social, aunque en la actualidad no es bien visto por muchas personas, 7 de cada 10 personas están tatuadas en Argentina.